Hoy, 20 de enero, puede ser un buen día para volver. Hace ya muchos años, tal día como hoy, mis padres contrajeron matrimonio. Lamentablemente, no llegamos a celebrar las bodas de oro por unos pocos meses. La inspiración de este blog, mi madre, dejó este valle de lágrimas tras batallar duramente con el cáncer.
Duele mucho su ausencia pero queda el consuelo de saber que ella ya está disfrutando la vida eterna en el cielo. Consuela también comprobar que de múltiples maneras sigue con y en nosotros - los que la quisimos y los que tuvimos la fortuna de ser queridos por ella.
Y ya que volvemos, qué menos que hacerlo con una de las recetas que ella, Fina, nos preparaba por Navidad: los bollos tipo polvorón. La preparación esta vez estuvo a cargo de mi hermana y de sus hijas.
¡Mamá, tu niña y tus nietas siguen con la tradición!
- 1 kg. de manteca de cerdo derretida y fría (Se puede usar aceite de oliva virgen en lugar de la manteca)
- 1 vaso de aguardiente
- 1 taza de vino blanco
- 1/2 kg de azúcar glass
- Harina (unos 3 kg. aprox.)
Preparación:
Se mezcla la manteca, el aguardiente y el vino.
Se agrega la harina poco a poco. Empezar a mezclar haciendo uso de una cuchara de palo para luego seguir amasando con la mano.
Se da forma a los bollitos y se meten al horno unos 20 minutos.