CROQUETAS

Ingredientes:
- Harina
- Leche (o leche y caldo)
- Cebolla
- Aceite (o mantequilla)
- Sal
- Relleno *

PREPARACIÓN: en un chorro de aceite freímos un poco de cebolla picadita. Removemos para evitar que se queme. Cuando la cebolla esté transparente, añadimos el relleno* (sobras de cocido desmenuzadas, sobras de un quiso de pescado, carne picada, jamón, queso, o pescado: lo que se quiera). Echamos después 3 cucharadas bien colmadas de harina una tras otra sin dejar de remover. A continuación, añadimos poco a poco 1/2l. de leche y una pizca de Avecrem o de sal. Con la ayuda de una cuchara de palo, removemos continuamente hasta que la masa se convierta en bechamel y se despegue con facilidad de las paredes de la sartén.

Retiramos del fuego.

Vertemos sobre una fuente** y dejamos enfriar.

Cuando esté fría la masa, liamos las croquetas y las rebozamos primero con pan rallado, después con huevo y finalmente con pan rallado otra vez.

Por último las freímos en abundante aceite.

Yo, generalmente, lo que hago es congelarlas crudas directamente para consumir en otra ocasión. (No es necesario descongelarlas completamente antes de freírlas) y como hago bastantes de una vez aumento la proporción de leche y harina.

Para congelarlas, las dispongo primero en una bandeja previamente cubierta de papel transparente. (No sé la razón pero el film impide que se queden pegadas a la bandeja). Cuando ya están congeladas las quito de la bandeja y las meto en una bolsa de plástico.

*Tradicionalmente, las croquetas se hacían y se hacen con sobras, que tirar la comida es algo muy, pero que muy feo. Así que lo habitual cuando nos sobra carne o pescado es desmenuzarlos y preparar unas. También se pueden hacer a capricho y si no tenemos sobras, les preparanos nosotros el relleno.

Yo suelo hacerlas de queso azul, de pimientos del piquillo y bacalao, de espinacas con palitos de cangrejo, atún y ajo y de salmón ahumado y eneldo.

Para las de queso azul suelo preparar primero la bechamel, es decir, frío la cebolla, añado el harina y después la leche y por último el queso. Además, al final le pego un golpito de batidora. Normalmente las hago de queso azul porque es el más barato, pero salen todavía más sabrosas si usamos un roquefort o mejor un cabrales asturiano o un picón cántabro.

Las de queso las hago con mantequilla en vez de usar aceite.

Las de salmón también las preparo de este modo. Como el sabor del salmón ahumado es muy fuerte, primero hago la bechamel y después añado el salmón y un poquito de eneldo. En éstas no uso batidora.

A las de espinacas no les suelo poner cebolla, en su lugar frío mucho ajo picado, añado unas pocas espinacas congeladas (que previamente he cocido en el microondas), palitos de cangrejo desmenuzados y una latita de atún.

Las de bacalao y pimientos del piquillo las suelo hacer con uno o dos lomos de bacalao de los congelados. Con estás hay que tener cuidado de si el bacalao viene completamente desalado porque si no le añadimos sal se quedan muy sositas.

Lo más engorroso de preparar las croquetas es tener que liarlas. Está el método de usar las manos (que será más o menos complicado en función de lo espesa que nos haya salido la mezcla).

Está el método de utilizar dos cucharas soperas, que siendo más curiosito, requiere cierta habilidad.

Está el método de utilizar una manga pastelera con una boquilla ancha, que nos permite hacer largos rollos de masa que después cortaremos y yo acabo de descubrir el método del **molde de silicona: Vierto la masa en un molde de silicona rectangular no muy alto y una vez que se enfría la masa, la corto en rectángulos que se despegan divinamente del molde y que directamente se pueden rebozar.

Yo casi siempre preparo las croquetas con leche, pero si tenemos un caldito de pollo preparado podemos sustituir parte de ella con éste. Quedan muy ricas.

Mi madre me enseñó a hacer las croquetas y es ésta su receta. He de decir que es en una de las pocas que he conseguido ponerme a su altura en la cocina.